¿Un barco sin rumbo?

Su estreno fue anunciado a bombo y platillo. Desde hace al menos un par de meses la cadena privada Antena 3 dejaba entrever pequeños pedacitos de lo que consideran su nueva gran apuesta de ficción televisiva. El momento llegó el lunes. A eso de las diez y cuarto de la noche (hay que descontar ese engañoso cuarto de hora anterior donde sólo se podía ver un adelanto de lo que no podíamos perdernos) "El Barco" alzaba sus velas en un día de poco marejada (sólo le podía hacer sombra la ya clásica en las noches del lunes y consolidada CSI en Telecinco).

Los directores de la serie y más aún los directivos de la cadena seguramente estén muy contentos ya que la serie fue líder de audiencia superando incluso a su antecesora "El Internado" el día de su estreno. Sin embargo yo no quedé tan contenta cuando terminó el primer capítulo.

Con "Águila Roja" y "Gran Reserva" de vacaciones, me sentía vacía de ficción española. Y como no me gusta juzgar sin ver, me planté delante del televisor el lunes con la única inquietud de ver algo que me sorprendiera.
La serie cuenta con un buen reparto donde destacan buenos actores como Juanjo Artero o grandes promesas como es el caso de Blanca Suárez. El argumento no es malo pero le falta ese algo, le falta una chispa. Pronto quien ha visto "El Internado" se da cuenta que esta serie la han criado los mismos padres: serie de misterio donde todos los personajes se entralazan entre sí y nadie es lo que parece. Aquí también contamos con una niña que es la que se encarga de "narrar" lo fundamental del capítulo al comienzo y al final.

Lo que me desgrada no es que pueda sonar a algo ya visto en cuanto a la forma sino algunos aspectos de su contenido. Un barco donde en tormenta todos pueden estar sentados en el comedor cenando, los cubiertos sí pueden ser atraídos por los hierros situados en el techo pero no por las columnas también de hierro de los laterales, por no hablar de cómo dos jóvenes en una lancha en busca de cobertura y metidos de lleno en la tormenta salen airosos de la misma. Estos detalles, aún tratándose de una serie de ficción englobada dentro de lo misterioso-dramático parecen demasiado.

Por otro lado la presentación de las tramas. Ya desde un primer momento se puede intuir quien va a acabar con quien y qué va a suceder así en líneas generales. Todo se presenta de forma muy abrupta y sin dejar nada casi a la intuición.

De todas formas yo voy a darle una oportunidad a este barco para ver cómo sigue el rumbo si es que lo tiene. Lo que pasa esque esta semana ha habido muy poca marejada y su viaje había sido muy publicitado.
Su verdadera prueba vendrá el próximo lunes cuando la cadena pública estrene su nueva apuesta por la ficción histórica "La República". Sin publicidad y con reminiscencia política en la competencia veremos si el barco sigue su marcha o pierde el rumbo.